23.6.08

Loveless

VUELTA A CASA

Recién terminada la Guerra de Secesión, Wes Cutter es un hombre atormentado que recorre los escenarios de su juventud en el Oeste americano, después de que la contienda truncase sus sueños y esperanzas. Torturado por el recuerdo espantoso de las matanzas, y el trauma imborrable de haber recorrido los campos de prisioneros unionistas, el ex-soldado regresa a casa en busca de su esposa Ruth, mientras comparte con sus antiguos vecinos la miseria de pertenecer al bando perdedor.
Con este argumento en principio tan típico, se abre una historia que, sin embargo, se revela muy original. El guionista Brian Azzarello nos presenta una visión apocalíptica de los Estados Unidos, decadentes y arruinados tras la maldita guerra, que el dibujante Marcelo Frusin consigue plasmar con hiriente maestría, a través de unos personajes espiritualmente famélicos y con los elementos de la posguerra, tristeza, enfermedad y desesperación, pintados con rotundidad en unos rostros que de tan realistas, llegan fácilmente a la sensibilidad del lector.
Cutter regresa a su hogar y descubre, sin sorprenderse, que ya no es bien recibido allí; vencido en la guerra y apresado durante años, reducido a la calidad de perro, pertenece ahora al limbo insoportable de los desaparecidos. La contienda no ha terminado aún para muchos, hombres antaño racistas ignorantes y ahora ansiosos de venganza por la injusticia y la humillación de las barbaries sufridas en el espantoso enfrentamiento. Los negros, humillados también, aún no aceptados y, sin embargo, revanchistas en su nueva situación de libertos, ayudan a transmitir la idea de que donde existen guerras y odios, ya no hay buenos ni malos. Los soldados vencedores, tiránicos, corruptos y bárbaros, tienen también sus propios motivos para considerarse del lado de la justicia.
En este escenario de rencores e intereses enfrentados, donde todos llevan razón y ninguno la tiene, y en el que el de las balas es al final el único resultado posible, urde Azzarello una historia enferma, desagradable y ruin, sobre un mundo aniquilado, atravesando la difícil puerta del futuro y enterrando torpemente unos muertos que se niegan a yacer en sus atestadas tumbas. Una visión distinta de un país retratado ya de casi todas las formas posibles; epidemia moral, hambruna espiritual y desesperación endémica para un libro que ningún amante del buen cómic puede dejar escapar. Mi más sincera recomendación para un volumen al que sólo puede echarse en cara su corta duración y la prisa, una vez terminado de leer, porque llegue ya a las librerías su necesaria continuación.

imagen: zonalibre.org, trazos en el bloc

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