28.1.09

Resistencia


Para valorar una película sobre la Segunda Guerra Mundial me resulta indispensable la originalidad teniendo en cuenta lo trillado del género. A este respecto fue una muy agradable sorpresa El niño con el pijama de rayas, una película ambientada en los campos de concentración que adoptaba un punto de vista novedoso y valiente: el de los alemanes.

Sin llegar a ser tan revolucionario, es valiosa la propuesta de Resistencia (Defiance), dirigida por Edward Zwick. Lo que este film nos ofrece es una historia básicamente tradicional; una aventura de género bélico con logradas escenas de acción, buena ambientación y, en mayor o menor medida, personajes tipo resueltos de forma rápida y efectiva. No obstante, es importante la originalidad en el planteamiento argumental.

Mientras la mayor parte de las producciones americanas del género suelen caer en estereotipos, ofreciendo la vieja antagonía "aliados vs. nazis", Resistencia se centra en las penurias de un grupo de partisanos, combatientes históricos olvidados por el cine de época. Se narra la lucha del grupo Bielski, una guerrilla de judíos polacos que se opuso a los nazis en la Polonia ocupada y salvó a mil doscientas personas de morir en el guetto de Novgorodok.

Partiendo de esta base se construye un filme convencional en sus formas y continuista con el género, pero de una gran calidad. No hay experimentos narrativos. La trama se centra en los avatares de los hermanos Bielski, líderes de la guerrilla, entre quienes destacan los personajes de Tuvia y Zus. El director utiliza hábilmente a ambos combatientes para representar las dos clásicas posturas ante una situación tan desesperada: la calma, moderada y serena frente a la apasionada, vengativa y violenta.

Es precisamente aquí donde reside el verdadero interés de Resistencia. Tuvia, interpretado por el actor británico Daniel Craig - conocido por las últimas entregas de James Bond - el mayor de los tres hermanos y comandante de hecho de la guerrilla, intenta alejarse del tópico héroe épico para ser una persona humana en una situación desesperada de asfixiante responsabilidad. Al cargo de la alimentación, salud y, sobre todo, de la seguridad de cientos de personas Tuvia se ve a veces desbordado, incapaz u obligado a ser cruel para mantener la situación controlada. Al mismo tiempo el partisano, bastante alejado de la ortodoxia judía o de principios más o menos metafísicos, sin embargo insiste hasta la náusea en mantener su humanidad y su dignidad como persona, luchando incluso contra los suyos propios con tal de no bestializarse, de no convertirse en un monstruo como los nazis quieren.

Aunque esta evolución ha sido más veces vista en el cine, adaptada a diferentes personajes y épocas, es notable gracias a la excelente interpretación de Craig, un actor que ha progresado visiblemente desde su etapa de eterno secundario y que está aprovechando sabiamente el tirón comercial de 007 para convertirse en uno de los valores del próximo cine. Daniel Craig consigue, sobre todo, que nos metamos en la piel de Tuvia, viéndolo como a un pobre hombre común y corriente, lo que nos ayuda a adentrarnos en la película y a descargar adrenalina en las escenas de mayor tensión.

Daniel Craig consigue, no obsante, los momentos de mayor calidad expresiva gracias a su duelo con Liev Schreiber, quien intererpreta a Zus Bielski, hermano de Tuvia y portavoz del sector más contestatario y radical de la guerrilla. Schreiber, quien nos resulta familiar por su interpretación del agente Keppler en CSI: Las Vegas, actor con un peligroso halo de eterno secundario, consigue construir un personaje tan clásico como efectivo. Un hombre sencillo y rudo, violentado por las circunstancias y ávido de venganza, dispuesto a utilizar cualquier medio para compensarse los daños sufridos.

La dualidad Craig-Schreiber es uno de los mayores activos de la película, pudiendo criticarse tal vez lo poco que el argumento nos deja disfrutar de esta compenetrada pareja. Son también destacables algunos intentos de originalidad en el guión, que procura no empacharnos con lirismo épico y romántico y trata de transmitir un mayor realismo y humanidad en los personajes y las tramas, lo cual se refleja a la perfección en las espectaculares, divertidas y crudas escenas de acción.

Resistencia se define como una película sincera, que ofrece lo que promete. Emoción, tensión, buenas secuencias de batalla y una ambientación espectacular. No es una película para incluir en los grandes anales del género, pero sí es una propuesta original, fresca y entretenida que nos brindará la posibilidad de disfrutar de grandes interpretaciones. Quizá juegue en su contra el excesivo metraje y la lentitud de algunas escenas, que intentando explotar la fotografía se peligrosamente a lo soporífero y hacen más pesada la película; error que se solventa en buena medida con algunos giros argumentales muy americanos que, si bien molestarían en una producción más pretenciosa, son bienvenidos en una cinta tan modesta a nivel narrativo.

Una buena producción, interpretaciones admirables y momentos de verdadera angustia convierten a esta historia de aventuras en un filme muy recomendable. Es necesario advertir, en cambio, que quien pretenda encontrar una profunda reflexión sobre la historia de la resistencia partisana se ha equivocado de película.

imagen: Wikipedia, Filmofilia, And the winner is


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